Esta evocación se realiza en día jueves, entre once y doce de la noche, en un lugar retirado donde no se pueda ser visto por nadie. Lo mismo que en las anteriores evocaciones, empezarás trazando, con la espada de Adonay, dos circunferencias concéntricas, de iguales dimensiones, y en el espacio comprendido entre ellas, grabarás, con la lanceta mágica, las palabras siguientes: POR EL DIOS SANTO - POR EL DIOS SANTO - POR EL DIOS SANTO. En el centro del círculo debes trazar los signos cabalísticos correspondientes, empleando en ello el carbón consagrado. .

El fogón de barro cocido lo colocarás en la parte exterior del círculo, pero muy cerca de él. Los perfumes que debes quemar son los de Júpiter. Harás el sacrificio del gallo, como se ha dicho en las evocaciones anteriores, pronunciando las palabras que siguen: "Carabax kailos anglabis. Recibe, ¡oh Silcharde!, la sangre de esta víctima que sacrifico en tu honor". los signos cabalísticos que debes dibujar en la tirilla de pergamino virgen, son los que se ven en la figura siguiente:

Penetra en el círculo y, tomendo las mismas precauciones anteriormente indicadas, recitarás el siguiente conjuro a Silcharde:
"CONJURO et confirmo super vos, angeli sacti, per nomen Cados, Cados, Cados, Eschereie, Eschereie, Eschereie, Hatim, Hatim, Ya, fortis firmator saeculorum, Cantine, Jaym, Janic, Anie, Calbar, Sabbach, Betifay, Alnaym, et per nomen Adonay, qui creávit pisces, reptilia, in aquis, et aves super faciem terrae, volantes versús coelos die quinto, et per nomina angelorum servantium in sexto exercitu coram pastore Angelo sancto et magno et potenti principe et per nomen stella quae est Júpiter, et per nomen sigili sui, et per nomen Adonay, summi Dei omnium creatoris; et per nomen omnium stellarrum, et per vim et virtutem carum, et per nomina praedicta, conjuro te, Sachiel Angele Magne, qui est praepositus diei Jovis, et pro me labores et adimpleas omnem meam patitionem, juxta meum velle et votum meum, in negotio et cuasa mea. Amén".
Tan pronto hayas terminado el conjuro se te aparecerá Silcharde. Entonces, sin salir del círculo, dirás al Espíritu:
"Por Saday te mando me concedas el poder de dominar a los hombres y mujeres y conseguir de unos y otras cuanto les pida".
Y el Espíritu te exigirá tu firma trazada con tu propia sangre sobre un pedazo de pergamino virgen. Tú, sin hacer el menor caso, le enseñarás la tirilla de pergamino que tienes preparada, y le dirás:
"Ve: ahí tienes lo que necesitas para concederme lo que te pido".
Echa en seguida el pergamino al fogón pronunciando las palabras siguientes:Musso kailos Somux. Obedéceme al instante".
Silcharde te comunicará el secreto para conseguir tus deseos, sobre el cual deberás guardar el silencio más absoluto, de lo contrario perderá todo su poder. |